Nos ha encantado este Riad, en un barrio nada turístico, el primer día asusta un poco la zona pero al segundo día ves que no hay ningún peligro, gente amable, agradable y muy atenta.
En el Riad no hablan español, pero intentan hacerse entender, muy atentos.
Cuando entras parece que estás en otro mundo, remanso de paz y tranquilidad lejos del bullicio de la calle.
Instalaciones limpias, desayuno abundante y muy bueno.
Repetiría.