Hotel muy básico. Habitación pequeña, camas y almohadas muy blandas.
El hotel está lejos del centro y de la estación de tren pero bien comunicado con el tranvía.
El desayuno es muy básico: tostadas, croissants y poco más…
No estaba sucio pero si te fijabas en los detalles como los rincones, le faltaba estar más limpio. En la terraza encontramos colillas de otros huéspedes.