Es el típico hotel de playa para grupos grandes. El check in fue lento y farragoso, especialmente porque la persona de recepción atendiá tres cosas a la vez. La habitación era cómoda y estaba limpia, que es lo importante. Pero al estar en la 6ª planta, el uso del ascensor era necesario, y cada vez nos tocó esperar más de 5 minutos. Sólo 2 ascensores para todo el hotel, más otro fuera de servicio, insuficientes. El comedor no está bien organizado, y la calidad del menú deja bastante que desear, especialmente en la cena, tremendamente masificada. Y esto no será responsabilidad del hotel, o sí, no lo tengo claro, pero el overbooking de mosquitos en la zona de la piscina era insoportable. No volveremos.