La joven recepcionista al ingresar aproximadamente a las 16:00 hs del domingo 10 de marzo fue muy indiferente, sin ánimos de atender y procesó todo mal. Nos hizo perder tiempo al llegar, no estaba disponible nuestra suite, nos asignó otra frente al ruido del elevador, donde además estaba sucia la bañera, nos cambió de nuevo a otra. Las llaves de acceso no las activó para el resto de la estancia. Al regresar al día siguiente tarde y por la noche estaban desactivadas las llaves y …otra molestia para bajar a recepción y activarlas por el resto de la estancia y al entrar a la habitación…¡sorpresa…otro problema! : no hicieron el aseo ni la limpieza a pesar de que no estaba colgado en la puerta el letrero de privacidad, estaba la basura todavía adentro…
El gerente Marco Escobedo comprendió los (varios) problemas, mostró empatía y resolvió bien.