Llegamos media hora antes de las 3:00 pm que es cuando se supone que deberíamos hacer check in y nos dijeron que no tenían el pago de nuestra habitación, tuve que mostrar los cargos a mi tarjeta de crédito porque ellos no lo tenían reflejado en su sistema, ya pasadas las 3:00 pm nos dieron la habilitación, llegando a esta, había un plato con restos de comida de otro huésped en mitad del pasillo y otro más en la puerta de nuestra habitación.
La habitación tiene un olor a humedad y a viejo, muebles rotos y raspados, el sofá en pésimas condiciones, el aire acondicionado no servía, solo había ruido y aire caliente. El toilet tapado al igual que la coladera de la regadera, no había secadora para el cabello y tampoco toallas para secarnos, tuve que llamar en tres ocasiones para que me las enviaran, no me avisaron que las dejaron, solo las dejaron en la puerta y se fueron, por cierto toallas viejas, rasposas y rotas.
Si tienen la oportunidad de ir, desaprovéchenla, no vale la pena, no van a descansar y mucho menos a relajarse si es lo que están buscando.
PD: la alberca es lo único rescatable, aun que el piso de esta se está cayendo a pedazos, te encuentras los azulejos por todos lados.