La relacion calidad precio aguanta por el bajo precio del alojamiento. Hay que renunciar la tranquilidad por las cenas del restaurante de abajo (por lo menos en fin de semana). La cafería está cerrada a primera hora y tienen que venir a abrirla para los desayunos. Hay que acordar la hora y en su caso, avisar y esperar a tomarlo , que es bueno por cierto. La televisón de 14 pulgadas se queda pequeña, la wifi no es operativa y la cobertura telefónica para los hiperconectados baja.