Muy agradable la parte del hotel desarrollada en lo que fue hacienda. Lamentablemente, hay una parte al fondo del hotel, en torno a la alberca, que NO tiene nada que ver con una hacienda, ni en arquitectura ni en nada. Falló el WC y tardaron más de una hora en acudir; no me parece justificable, aún habiendo sido 26 de diciembre, pues es temporada alta vacacional. En los demás hoteles de Yucatán en los que me he hospedado, no hay cuota por mascota, pero aquí sí.