La casa goza de todas las comodidades. Está situada en lo alto de una colina lo cual permite disfrutar de muy buenas vistas, y alejarse de la zona de playas de Mojácar con sus montones de construcciones de apartamentos que, como en la mayor parte de la costa mediterránea, proliferaron en las pasadas décadas (aunque a pesar de la lejanía, por la noche llegaban los karaokes y músicas de algún local...).
La piscina, aunque de pequeñas dimensiones, se disfruta grandemente a todas horas del día. Y está siempre limpísima!
Las playas son extensas y no están masificadas (por lo menos en este Agosto/21), y el mar, desde la casa, ofrece un horizonte cambiante de colores, muy bonito.
La zona de Cabo de Gata vale mucho la pena. Y, si se buscan, hay muchos restaurantes donde comer estupendamente y a buen precio.
(Como cuando llegas a un lugar desconocido vas un poco desorientado, valdría la pena que en la casa hubiese alguna hoja de instrucciones sobre electrodomésticos y demás, así como algunas recomendaciones sobre lugares donde comprar o comer).