La recepción ha sido magnífica, al llegar y al irnos. También la instalación, cama y aseo, dimensiones, balcón e iluminación natural. Pero...no hemos sabido activar el servicio de hidromasaje de la bañera, una bombilla estaba rota en la lámpara lateral ( y no hay iluminación cenital: hay que tener aún más cuidado en esa situación), faltaba la tapa trasera del mando de la televisión y había que estar habitualmente recolocando las pilas...estupideces que , a mí juicio, no me deberían haber pasado. Pero volvería a este hotel, claro que sí. En cuanto al desayuno, satisfactorio, debería estar expuesto su contenido, y qué elegir: la exposición fue verbal y no sabemos por qué no sirvió algo más de y nada de aquéllo que pedimos. Que seamos de buen conformar no significa que no nos demos cuenta. Sólo dar las gracias de nuevo a la recepción y su servicio de consigna.