Muy buen hotel, rodeado de naturaleza. En el jardín se escuchan en la noche, animales cómo pájaros y ranas.
Un concepto diferente de hotel, para disfrutar de tranquilidad y alejarse del bullicioso Ubud. El servicio de transporte con 4 horarios al día es suficiente para disfrutar también de Ubud. Recomiendo alojarse en este tipo de hoteles, más que en el propio Ubud. Lo malo es que no tienen restaurante físico y tienen que llevarte el desayuno a la habitación, y si pides cena, también te lo llevan y esta no es demasiado variada. Pero aún así, repetiría sin pensaarlo.