El apartamento estaba limpio, pero ropa de cama.y toallas muy usadas y sin certificado de haber sido lavadas a altas temperaturas ( lavandería industrial ). Sólo uno de los dos frigoríficos que hay en el apartamento funciona, es pequeño y no tiene congelador. La cocina es diminuta, apenas caben dos personas en ella. No hay espacio de almacenaje en la cocina y los cubiertos y vasos están en el salón , al descubierto. La cerradura de la puerta y portales funcionan regular. Sólo nos dieron una copia de las llaves , lo dificulta la movilidad individual de los adultos .La piscina bien, pero gracias a que prácticamente no había nadie alojado en el resto del complejo, en plena ocupación y con el covid hubiera sido imposible, ni con turnos, acceder a la misma. La playa está lejos, como a 1 km algo que ya sabíamos, pero además no se puede ir andando porque habría que cruzar carreteras sin arcén ni pasos de peatones. Parking sin techado al exterior, coger el coche por la tarde se convierte en una odisea.
Lo positivo, la tranquilidad del complejo y de la zona en general, playas limpias con socorrista y relativamente poca piedra, aunque ya se sabe que en esa zona cubre en seguida. Ya en la zona comercial muchos locales donde elegir comer y tomar algo.