Aunque esperábamos, por las fotos, un apartamento más grande, la amabilidad de sus propietarios, la localización y la experiencia compensaron este defecto. La propietaria fue muy amable explicando las características del inmueble y nos dio muy buenos consejos, que utilizamos, para ir a comer y cenar por la zona. A nuestra familia nos encantó el barrio, sus locales y sus gentes. Seguro que podríamos repetir alojamiento en otra ocasión si volvemos a Milán.