Las vistas maravillosas, la casa un lujo y la isla un paraíso.
A la espalda el Teide, de frente el mar. Duermes fresquito, la casa tiene de todo para la comodidad, habitaciones muy amplias, techos típicos de allí.
Una casa típica de allí, impresionante, no se le puede pedir más!!!
Sus gentes, sus playas y calas, sus comidas (guachiches), es todo bastante más económico que en la península. Sus papas, sus carnes, su ropavieja, su queso a la plancha, sus plátanos... todo exquisito!!
Sin duda, de volver repetiría el mismo alojamiento... eso sí, hay unas cuantas subidas, pero estás en plena naturaleza.
Hemos venido contentísimos!!!